La contaminación acústica ha sido descrita como la próxima crisis de salud pública. En el océano, esta situación se agrava a medida que el sonido viaja más lejos en el agua que en el aire. Con el sonido de la hélice de un barco alcanzando hasta 170 decibelios, el equivalente a un motor de cohete en el despegue, y viajando hasta 160 km antes de disiparse por completo, la supervivencia de la vida marina se ve amenazada. Cuando se ven afectadas por el ruido, las ballenas y muchos otros animales marinos luchan por comunicarse, comer y reproducirse.
En respuesta, el proyecto desarrollado por Clear Seas y financiado por Quiet Vessel Initiative de Transport Canada y el Programa Accelerate de Mitacs reúne a un equipo de investigación de ingenieros y biólogos marinos de la Universidad de Columbia Británica para resolver este desafío aprovechando el poder de la inteligencia artificial.
Esta iniciativa pone el aprendizaje automático a la vanguardia para desarrollar un conjunto de herramientas de predicción de ruido que permitirá a los barcos sintonizar y ajustar su ruido en tiempo real en función de la presencia y el tipo de mamíferos marinos. El equipo de investigación contará con el apoyo de la Guardia Costera Canadiense y probará la precisión de sus predicciones utilizando datos recopilados del buque de investigación de la Guardia Costera Canadiense Sir John Franklin en el verano de 2023.
Fuente: Clear Seas